Echa un vistazo atrás en el tiempo, ¡a la Edad Media! Un período en el que la higiene era un mero rumor, las costumbres eran peculiares y el sentido común...
En medio de la peste, las guerras y la falta de asfalto, los habitantes medievales lograron abrazar algunas tradiciones verdaderamente extravagantes y sorprendentes. ¡Prepárate para un viaje por el carruaje del tiempo lleno de curiosidades y momentos "¿en serio?"!
La Fiesta de los Locos: Un Carnaval en Estilo Medieval
Sabemos que las celebraciones y los carnavales son siempre divertidos, pero los habitantes de la Edad Media sabían cómo llevar la fiesta al siguiente nivel. Imagina esto: comienza con una parodia burlesca de la misa, oficiada por un obispo-bufón, donde los sacerdotes disfrazados bailaban y saltaban, y se quemaban sustancias inusuales en lugar de incienso. Una vez finalizada esta peculiar "misa", todos se entregaban a los excesos más salvajes. Lo que comenzó en las iglesias pronto se extendió a desfiles, representaciones cómicas y canciones obscenas. ¡Ni siquiera podemos imaginar cómo debía oler todo después de esa celebración!
La peste y sus amigos En menos de una década (1346-1353), la peste barrió a un tercio de la población. Los cementerios estaban tan llenos que algunos sepultureros comenzaron a hacer espacio reciclando ataúdes. ¡Sí, imagina un apartamento para dos (o más)! Pero eso no es todo, estos pobres sepultureros hicieron descubrimientos impactantes: arañazos y señales de que algunos "difuntos" en realidad solo estaban teniendo una siesta catalepsiana.
Cuernos medievales La expresión "poner los cuernos" no es un chiste moderno. En la Edad Media, los señores feudales llevaban el arte de la infidelidad a un nuevo nivel. Colocar astas de ciervo en la casa del marido mientras disfrutaban de sus privilegios no solo era un "¡Ups!" decorativo, sino un recordatorio de la complejidad de las relaciones medievales. Y no te metas en problemas maritales, porque la justicia y la venganza a menudo se mezclaban en una sabrosa poción medieval.
@, tan usada por nosotros internautas, procede del medievo, es ni más ni menos que la abreviatura de "ad", una preposición latina, que utilizaban los monjes copistas.
Divorcio por Combate: Más que un Juego de Tronos
Si piensas que los problemas matrimoniales modernos son complicados, echa un vistazo al método de resolución de disputas en la Edad Media: ¡el divorcio por combate! Olvídate de las discusiones largas y tediosas, en Alemania la separación estaba prohibida, así que si querías romper con tu pareja, lo resolvías en un combate a muerte. Aunque esta costumbre puede recordarnos a "Juego de Tronos", los esposos vestían trajes ajustados con capuchas y sostenían palos de madera, mientras las mujeres llevaban camisas largas y sacos con piedras. El hombre quedaba enterrado hasta la cintura con una mano atada a la espalda para igualar el combate. El resultado no importaba mucho, ya que el divorcio era seguro: si él perdía, enfrentaba la muerte; si ella perdía, la enterraban viva.
Higiene, ¿Qué es eso?
¡Imagina vivir en una época en la que bañarse una vez al año era un lujo! La higiene personal no era precisamente una prioridad, la creencia de que el agua caliente era dañina, abría los poros y entraban los malos espíritus y la suciedad una protección, no ayudaba mucho. Además, la ropa raramente se cambiaba ¿Cambiar de ropa? ¡Eso era solo para los aventureros intrépidos! y el baño era un lujo reservado para pocos. No es de extrañar que los olores fueran parte del paisaje cotidiano. Imagina una época en la que la palabra "higiene" apenas se entendía. Las calles eran como un parque de atracciones de excrementos y, cuando hablamos de baños, pensar en algo común es un error. tirar baldes con excrementos por la ventana se había prohibido; no obstante, la gente lo hacía igual y si ibas muy distraído, podías llevarte un interesante regalo de las alturas.
la familia que se bañaba junta, se quedaba junta... en una tina compartida. Pero no pienses que era un ritual diario. ¡No! Un baño anual era más que suficiente. Y como el mes de mayo se consideraba la apoteosis del baño, las bodas se celebraban en junio, cuando los olores aún podían ser tolerados. Se dice que las novias llevaban ramos de flores para disimular los "fragantes" detalles de la época. ¡Ah, el romance en su máxima expresión! No es de extrañar que la gente llevara ramos de flores en las bodas y utilizara abanicos no para vencer el calor, sino para batir el récord de malos olores. ¡Qué romántico!
las damas y caballeros se ven elegantemente abanicándose por el intento desesperado de dispersar los aromas embriagadores que emanaban de las profundidades de los vestidos. ¡Ah, el encanto medieval!
Los Perros: Más que Mascotas
En la Edad Media, ¡los caballeros medievales los usaban como compañeros de combate! Algunos caballeros entrenaban a sus perros para seguir rastros y detectar peligros en el campo de batalla. Algunos de estos perros eran tan apreciados que incluso los vestían con armaduras para protegerlos en el calor de la acción. ¡El mejor amigo del hombre también era el mejor amigo del caballero!
El origen de la expresión "Pasar la noche en vela"
En la época medieval, los aspirantes a caballeros, como los famosos escuderos de Don Quijote, tenían una singular tradición. La noche previa a su investidura, pasaban horas cuidando sus armas, vestidos en impecable blanco. De ahí surge la expresión "desvelarse toda la noche" o "pasar la noche en blanco".
¿Tienes Hambre? ¡Come con las Manos!
En una era en la que los tenedores eran tan raros como los unicornios, ¡comer con las manos era el juego de moda! Las cucharas y cuchillos estaban presentes, pero los tenedores eran desconocidos. Y como si eso no fuera suficiente, la gente se las arreglaba para mantener sus dientes relucientes quemando romero y, de vez en cuando, ¡besando burros para aliviar el dolor de muelas!
La Hora de la Verdad para los Zombies
La preocupación por los entierros prematuros llevó a una solución bastante ingeniosa: ¡atarse un hilo alrededor de la muñeca del difunto que se conectaba a una campanilla sobre la tierra! Si resucitabas, solo tenías que dar un tirón y sonarías como el protagonista de una macabra melodía medieval. ¡Así nació la expresión "Salvados por la Campana"!
La expresión "Hacer la cama" y la odisea de los colchones:
¿Sabías que en la Edad Media se hizo popular la expresión "Hacer la cama"? Muchas personas eran juglares y viajaban para ganarse el sustento, tenían que buscarse la vida y hacer ellos mismos los colchones para dormir. Pero, ¿cómo eran realmente esos colchones? se forraban con telas gruesas de estopa o se hacían de lino y se rellenaban con paja, plumas y telas. Pero la lucha contra las enfermedades y las plagas era constante, y los colchones se pudrían con facilidad, convirtiéndose en nidos para pulgas, chinches y piojos.
Insultos medievales:
¡Palabras con truco! ¡Sorpresa! decir "marrano" a alguien no era por su dieta, ¡sino para señalar a los judíos! Y el "cabrón" no hablaba de cabras, ¡sino de aquellos que no notaban cuernos en su relación!
¿Nobleza? El favorito era "villano", pero no era para malhechores. En realidad, era para los que vivían en las afueras. Así que, ¡los insultos medievales eran un rompecabezas lingüístico muy divertido!
La expresión "Cargar con el muerto":
Si aparecía un cadáver en una población en extrañas circunstancias y nadie podía identificarlo (ni costear los gastos del entierro), todo el pueblo debía pagar una multa. ¡Y pensarías que tener un cadáver en tu puerta era el menor de tus problemas! Así que los vecinos sacaban el cadáver del pueblo antes de que las autoridades lo descubrieran. Literalmente "cargaban con el muerto" y lo dejaban en el pueblo vecino
Existía el rugby (pero mucho más violento):
Similar al rugby que conocemos hoy en día, pero con un nivel de violencia desmedida. La pelota estaba hecha con la vejiga de un cerdo y los participantes se pegaban y competían sin pensar mucho en las consecuencias. Tal era el caos que en Inglaterra, en un intento por calmar las aguas sociales, el rugby fue prohibido durante un largo tiempo. ¡Nada como un buen juego de pelota (y golpes) para liberar tensiones!
Pan alucinógeno de verano:
En verano, los granjeros solían quedarse sin trigo para hacer pan, entonces recurrían al centeno almacenado que a menudo se contaminaba con ergot, un hongo que producía efectos alucinógenos similares a los del LSD. ¡Imagina tener una fiesta psicodélica sin ni siquiera planearlo!
Otras curiosidades
Hombres y mujeres tenían oficios comunes, no había diferencia de sexos ambos se dedicaban al metal, o fueron espías, o luchadores, escritores… Los únicos oficios femeninos eran los que trabajaban la seda, porque ellas se consideraba que tienen las manos más delicadas, ah eso si no podían actuar. Los tintes de la ropa eran naturales!.
Los botones hacían su debut en la ropa, las gafas permitían leer, la destilación convertía ingredientes en elixires y los molinos de viento giraban como bailarinas. ¡Incluso el reloj de arena mantenía a todos en hora para los duelos! Las brújulas guiaban como estrellas en el cielo nocturno, las ventanas luminosas brillaban y la imprenta de Gutenberg creaba palabras como hechizos en un libro mágico. ¡Hasta los campos se unían a la diversión con inventos agrícolas como las carretas. una innovación medieval más fue el vidrio de Bohemia y Murano.
Cuando una persona moría sus familiares le colocaban sobre la mesa de la cocina y continuaban haciendo su vida hasta pasados dos o tres días, ahí empezaron los velorios.
Desde los colchones llenos de sorpresas hasta las expresiones curiosas y las extravagantes prácticas deportivas, esta época sin duda dejó su marca en la historia. Aunque podemos estar agradecidos por los lujos y comodidades modernas, no podemos evitar sentir cierta nostalgia por la extravagancia y la singularidad de la Edad Media. Así que la próxima vez que te sientas cómodo en tu colchón ultraconfort, ¡recuerda que has recorrido un largo camino desde aquellos días de paja y plumas! Y si alguna vez te encuentras "cargando con el muerto" de alguna expresión incomprensible, al menos sabrás que es solo un paseo nostálgico por las costumbres peculiares de tiempos pasados. ¡Así que alza tu vaso (pero no demasiado alto, ¡podría haber un cubo de excrementos en camino!) y brinda por la extravagancia medieval!
Y para aquellos que buscan un descanso digno de la realeza en la actualidad, no busquen más allá de los colchones ultraconfort. Después de todo, la comodidad moderna también tiene su propia historia de evolución, y en Ultraconfort llevamos 40 años innovando en descanso para brindarte no solo confort, sino también una buena dosis de humor histórico.
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